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Ciber Predicciones para 2019

Una de cada tres personas ha visto sus datos personales “comprometidos” a lo largo de este año que acaba de terminar, según el “2018 Consumer Cybersecurity Study” realizado por “First Data (NYSE:FDC)”.

No es una broma, es la realidad. Una situación que alcanza cotas de ser lo habitual si hablamos del rango de edades de entre 24 a 34 años, los “millennials”.

Esta captura de nuestros datos personales se denomina en el argot “data breaches”. Se conocen casos espectaculares. Desde el ya famoso de la web de citas (Adult-Friend-Finder) que expuso a más de 400 millones de cuentas allá por el 2016, hasta la de los hoteles Marriot en 2018 que ha expuesto a más de 500 millones de cuentas. No se libra ni la NASA, que reconoció haber sufrido el pasado octubre robos de datos de sus empleados (y ex-empleados) incluyendo algo tan sensible para los residentes en los EEUU como es su número de la seguridad social.

Antes de compartir mis predicciones sobre la ciber-seguridad 2019, me gustaría hacer hincapié en el elemento que considero más influyente: la Inteligencia Artificial y alguno de sus principales impactos y consecuencias.

Los avances en la tecnología relacionada con la Inteligencia Artificial están abriendo oportunidades inmensas que se traducen en nuevos servicios, avances científicos, mejoras en la sanidad y, por supuesto, en negocios. Sin embargo, esta nueva era de los datos compartidos tiene su doble filo en la protección de estos. El consenso del sector es que ni la ciber-seguridad ni la regulación van a ser por sí mismas suficientes para protegernos. Los datos tienen que estar protegidos por la misma tecnología que los genera, no solamente por la regulación o la ciber-seguridad. En cristiano, los datos tienen que incorporar la ciber-seguridad de fábrica, no ir a pecho descubierto esperando que después los elementos externos de ciber-seguridad te protejan o la regulación desanime las malas prácticas.

La Inteligencia Artificial impregnará todos los aspectos de nuestra vida “cibernética”. Por ejemplo, cada vez habrá más instrumentos que se comportarán como “quasi” humanos. Los vemos en instrumentos como Alexa (Amazon), Google assistant (Google/Alphabet), o Siri (Apple). También los hay que no vemos, como puedan ser los asistentes telefónicos que pensamos son personas, pero no lo son. Son robots con inteligencia artificial, “chatbots” en la jerga, que son indistinguibles, por parte de quien está en el otro lado, de autenticas personas.

Estos servicios tan interesantes, y por tanto susceptibles de ser usados por cientos de millones de personas, son como miel atrayendo a los malos. Éstos utilizarán cada vez más estas herramientas para engañarnos, creando chatbots maliciosos que intentarán con ingeniería social que hagamos click en enlaces, nos descarguemos ficheros o compartamos información privada. Y cuidado, no estoy hablando sólo de engaños realizados por falsas personas en sitios sociales como Facebook, Twitter, Instagram o similares. Estoy hablando de fraudes telefónicos o a través de conexiones de voz (que simulen o hayan “hackeado” instrumentos como Alexa o similares). No olvidemos que, hasta los Smart-tv’s o los automóviles, tienen capacidad de reconocimiento de voz y por tanto capacidad de estar escuchando lo que decimos.

Una vez dicho lo anterior, aquí van mis predicciones sobre ciber-seguridad para el 2019:

Se nos presenta un 2019 lleno de incertidumbres y posibilidades. Muchas de ellas, derivadas del impacto de la Inteligencia Artificial, sobretodo del Deep Learning, en todas las esferas de nuestra relación con los datos. Las repercusiones serán masivas y auguro un impacto fuerte en el cambio de la sociedad. Veremos cómo los consumidores empezarán a tomar conciencia del valor de sus datos y a reclamar su control y su monetización. Observaremos una mayor importancia de la regulación y su impacto en la protección de los datos. Veremos una mayor sofisticación en las herramientas y técnicas de ciber-seguridad, tanto para la defensa como para el ataque. Sin embargo, el mayor cambio que anticipo para el 2019 es la incorporación de la protección al propio diseño intrínseco de fábrica. Es decir, tomando como ejemplo el automóvil, no es que protejamos el acceso a los frenos mediante capas de protección externas, es que el mismo freno se diseñe con la protección incorporada de fábrica. Aunque parezca lo mismo, no lo es, y aunque parezca raro que no esté ya incorporado, no lo está.

En enero de 2020 revisaremos estos conceptos. Entre tanto, disfruten de este 2019, manejen prudentemente sus propios datos y exijan a quienes se los presten que hagan lo propio. Lo agradecerán.

Artículo publicado el 2 de Enero de 2019 en:

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